Uno de los tapones más complicados de erradicar pero afortunadamente también de los más atípicos son las piedras en los registros y se dan principalmente por dos motivos.
El primero es a consecuencia de alguna obra, construcción o remodelación en el inmueble y que por descuido o por voluntad hayan desechado el cascajo en el registro. Esto inminentemente provocará que el registro y su tubería se colapsen. Si bien el taponamiento puede no ser inmediato ya que el fluir del agua “empuja” momentáneamente a las piedras, llegará un punto en el que el servicio se colapsará.
La segunda causa de piedras en los registros es a consecuencia de la ruptura del tubo de albañal. Los tubos de albañal (concreto) con el paso de los años tienden a desgastarse y carcomerse que con las décadas de servicio se traduce en una posible ruptura y posterior colapso.
Ambos taponamientos son poco comunes, pero sin duda llegan a existir y en el caso de las máquinas eléctricas de desazolve batallan para liberar estas obstrucciones. Aunque estas máquinas son poderosas no son capaces de romper piedras, lo que se busca en estos casos es simplemente moverlas y desplazarlas. Uno como operador de la máquina se da cuenta de que un tapón de piedras obstruye el drenaje porque el cable de la máquina genera un sonido/chirrido agudo que denota el roce del metal con un material de alta dureza, en este caso piedras. En el caso de los tubos colapsados no existe forma alguna de desazolve, en este caso se debe reemplazar el tubo.
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